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| Ese extraño ser, el biker, en medio de su habitat |
Dice
un antiguo proverbio chino que “hay que tener cuidado con lo que se desea por
si acaso se cumple…”
Y
claro, tanto pedir que llegase la nieve que al final se rompió el cántaro…
ja,ja… Conste que no tenía en mente subirme hoy a la bici (de hecho, ayer dejé
la burrita más limpia que el jaspe…) pero, quién puede resistir la tentación
cuando la ve por la ventana?
En
menos que se persigna un cura loco, nos pusimos de acuerdo esta mañana Charly,
Duke y uno mismo para dar rienda suelta a una de las cosas más divertidas que
se pueden hacer sobre una bici: pisar nieve.
Sí nieve, esa cosa blanca de la
que hablan los mayores en los telediarios… Divertido montar sobre nieve, pero
cansado también. Cualquiera que haya dado pedales en esas circunstancias,
estará de acuerdo en que los kilómetros cuentan doble… En la Cañada a Carlos le
toca coger camino de vuelta, mientras nosotros dos iniciamos el ascenso por
Cabeza Gatos. Al llegar arriba da la impresión de haber participado en la Epic
Snow por lo menos…
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| Cada metro ganado cuesta el doble |
Después
de una parada técnica en Valsaín para tomar un café calentito, y una vez que la
sangre vuelve a llegar las extremidades, reemprendemos la marcha rumbo casita
con más mierda encima que el rabo de una vaca. Pero con una sonrisa en la boca
que tardará tiempo en borrarse…
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| Qué linda es la nieve...! |
Voy
a comprobar si mi lavadora también es de esas que “ven” las manchas… ja,ja,ja…
El
invierno ha venido y nadie sabe cómo ha sido…!
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